El frente que azota a la región del Bío Bío comienza su retirada, dejando un saldo positivo según el balance realizado por la Onemi. Un punto sin solución sigue siendo la población Juan Pablo II, que resultó anegada durante la madrugada.

Dentro de todo, el balance de la Onemi es positivo, ya que no se registran damnificados por los efectos del viento y la lluvia.

Según datos proporcionados por meteorología, el sistema frontal registró el peack de intensidad del viento a la 1 de la madrugada con 37 minutos, cuando alcanzó los 76 kilómetros a la hora, con dirección predominante del norte.

En las últimas 24 horas cayeron 37,6 milímetros de agua, sumando 94,4 en el año, todavía con déficit para un año normal, el que bordea el 25 por ciento.

Una de las situaciones más preocupantes es la que nuevamente afectó a la población Juan Pablo II, en Lorenzo Arenas, un problema insoluble desde 1991, y que los vecinos subsanan activando una motobomba que esta vez falló, por escasez de petróleo, a las 3 de la madrugada.

A esta hora el agua desapareció al fluir por las vías de evacuación y la situación volvió a la normalidad.

El fuerte viento además provocó cortes de luz en diferentes puntos, pero los equipos de emergencia de las empresas respondieron con rapidez, sostuvo el director regional de la Onemi Gonzalo Arroyo.

Para Arroyo, el impacto del viento en las planchas del siniestrado Mercado Central de Concepción es una preocupación constante.

La lluvia continuará hasta las 6 de la tarde, momento en que el frente comenzará la retirada anticipando nubosidad parcial, sin precipitaciones, hasta el martes venidero.