Internado en el hospital institucional en estado grave, permanece el cabo de Fuerzas Especiales Roberto Marín, que fue uno de los 19 carabineros que resultaron lesionados tras los desórdenes durante la marcha por el Día del Trabajador el miércoles en Santiago.

El efectivo policial se encuentra hospitalizado producto de las graves quemaduras en piernas y manos que le dejó una bomba molotov, que le fue lanzada desde una distancia menor a dos metros por un encapuchado.

Las lesiones habrían sido provocadas no sólo por las llamas, sino también porque el objeto incendiario contenía ácido sulfúrico.

El cabo seguirá internado a la espera de la evolución de sus heridas y a un posible injerto de piel, si así lo requiere.

Cabe destacar que los otros 18 carabineros heridos ya fueron dados de alta.