El poeta chileno Pablo Neruda padecía un cáncer de próstata avanzado al momento de su muerte, pero no se puede afirmar ni descartar aún si fue envenenado, dijo el Servicio Médico Legal (SML) al informar sobre las primeras pericias de los restos exhumados del vate.

“El informe de imagenología elaborado por la Universidad de Chile concluye que las lesiones que aparecen (en los huesos) son compatibles con la patología de base, que es un cáncer de próstata avanzado, que es lo que ya se sabía”, señaló una fuente del poder judicial.

El informe, basado en el análisis de una radiografía de restos óseos de Neruda, fue entregado al juez a cargo del caso, Mario Carroza, quien se mantiene a la espera de los exámenes toxicológicos que fueron requeridos a la Universidad de Carolina del Norte en Estados Unidos.

Cabe recordar que la justicia busca determinar si Neruda murió en 1973 por el agravamiento de su cáncer de próstata, como sostiene su certificado de defunción, o si falleció luego de ser inoculado con una inyección un día antes de emprender un viaje a México, como denuncia su exchófer, Manuel Araya.

El cuerpo de Neruda fue exhumado el pasado 8 de abril en su casa de Isla Negra, en la costa central, desde donde fue trasladado a Santiago para practicarle una serie exámenes que puedan revelar cuál fue su causa de muerte.

Las pericias se centrarán en determinar si los restos de Neruda contienen algún tipo de toxinas o sustancias médicas que pudieran haber acelerado su muerte.