El segundo día de huelga de los trabajadores de la aerolínea española Iberia contra un plan de reestructuración de la compañía que prevé casi 4.000 despidos ha obligado a cancelar este martes 230 vuelos, informaron las distintas aerolíneas afectadas.

Iberia ha cancelado 76 vuelos, el 40% de su actividad programada para este martes, segundo día de la nueva semana de protestas convocada por los sindicatos de Iberia hasta el próximo viernes, tras una primera serie de paros llevados a cabo entre el 18 y el 22 de febrero.

Otras tres compañías que operan o comparten servicios con Iberia, Air Nostrum, Iberia Express y Vueling también han tenido que suspender 89, 22 y 52 vuelos, respectivamente.

Los pasajeros afectados han sido reasignados a otros vuelos o se les ha devuelto el dinero, como ya ocurriera en la anterior semana de paros, confirmó una portavoz de Iberia, que señaló que se están cumpliendo los servicios mínimos.

La aerolínea española perdió 3 millones de euros cada día de huelga en la anterior semana de paros, pero todavía no tiene datos de la actual, añadió un portavoz de la compañía.

Los trabajadores de la aerolínea fueron llamados a una huelga de tres semanas, del 18 al 22 de febrero, del 4 al 8 de marzo y del 18 al 22 de marzo para protestar contra la supresión de 3.800 puestos de trabajo anunciados por el grupo en el marco de un plan de ajuste.

Este plan de reestructuración presentado por IAG, el consorcio nacido de la fusión de Iberia con la británica British Airways, prevé también una reducción del 15% de sus capacidades a partir de este año.

Los sindicatos que este plan busca el desmantelamiento de Iberia en favor de British Airways.

“Se ha hecho una fusión lesiva para España e Iberia, que está infectada por el déficit estructural gravísimo que tiene BA con sus fondos de pensiones, más de 6.000 millones de euros”, dijo Justo Peral, jefe de la sección de Iberia del sindicato de pilotos Sepla, a la televisión pública española.

“A través de despidos y desmantelamiento de Iberia (…) estamos pagando ese déficit estructural de financiación que tiene BA, tanto para pagar sus pensiones como para afrontar un gran plan que han anunciado de crecimiento y de renovación de flota a costa de no hacerlo en Iberia”, añadió Peral.

El gobierno español ha nombrado a un mediador para intentar llegar a un acuerdo entre trabajadores y empresa, aunque los sindicatos son escépticos respecto a si la empresa aceptará las propuestas del mismo, después que haya rechazado dos mediaciones anteriores, según Peral.

El responsable sindical también mostró su preocupación por las declaraciones del consejero delegado de IAG, Willie Walsh, dejando entrever que seguirá adelante con los despidos, tras presentar el jueves los resultados anuales de IAG, que se vieron lastrados por los malos resultados de Iberia.

“Tras tres meses de negociación entre Iberia y los sindicatos, no se ha alcanzado ningún acuerdo sobre el plan de ajuste inicial”, afirmó Walsh, antes de asegurar que “por ello, empezaremos a aplicar la reducción del 15% de la actividad de Iberia y a formalizar el proceso de despido colectivo que afectará 3.807 puestos de trabajo”.