Las estrellas de Hollywood confirmaron la vigencia del clásico glamour de la industria del cine al desfilar el domingo por la alfombra roja de los Óscar, probando que los vestidos strapless y los colores pálidos definitivamente están de moda.
Lawrence, protagonista de la comedia “Silver Linings Playbook” (“Los juegos del hambre” o “El lado bueno de las cosas”), destacó con un Dior Haute Couture blanco roto y el cabello castaño con reflejos claros recogido en un moño bajo.
Anne Hathaway, que se alzó con el Óscar a Mejor actriz de reparto por su interpretación de Fantine en “Los Miserables”, llegó con un vestido en rosa pastel de Prada, muy escotado en la espalda, con el cabello corto y joyas de Tiffany’s.
Según contó a su paso por la alfombra roja, no supo lo que iba a llevar hasta tres horas antes de la ceremonia, pero su atuendo generó polémica en internet al crearse en Twitter una cuenta para comentar que el modelo marcaba sus pezones.
Amy Adams, que competía por su actuación en “The Master”, eligió en tanto un vestido strapless color gris perla de Oscar de la Renta, con suaves capas de tul flotando hasta el suelo.
La estrella de “Los Miserables” Amanda Seyfried optó por un modelo cuello halter púrpura pálido de Alexander McQueen, con un sexy escote y el pelo atado en moño-trenza.
Impresionante de rojo Valentino, Jennifer Aniston, presentadora de un premio en la gala, desfiló por la alfombra roja acompañada de su pareja, Justin Theroux.
La nominada a Mejor actriz por su interpretación en “Lo imposible”, Naomi Watts, llevó un vestido de Armani de paillettes azul con escote asimétrico que quitaba el hipo, mientras que Catherine Zeta-Jones posó con un vestido dorado y negro de Zuhair Murad.
El año pasado la aparición de la pierna de Angelina Jolie en la alfombra roja de los Óscar, sobresaliendo de un vestido de terciopelo negro de Versace con un tajo alto hasta la cadera, tuvo un gran destaque en las redes sociales y le dio a la casa de moda italiana una exposición mediática inmejorable.
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