Solo un par de meses pasaron de desechar los terrores de la supuesta profecía Maya sobre el Fin del Mundo. Y nuevamente ahora nos encontramos con un pot pourri de profecías, señales y súper coincidencias sobre el fin del mundo… o al menos el fin del mundo como los conocíamos en la ingenua perspectiva de nuestra ignorancia que, según Federico Niezstche, es… humana, demasiado humana.

En el caso de ahora, la inesperada abdicación o renuncia anunciada por el Papa Benedicto XVI, el lunes pasado, aparece como un signo más en un mosaico de complejos signos misteriosos y ominosos, que se entretejen desde el Apocalipsis de San Juan, según su primera versión que parece escrita recién 80 años después de la crucifixión de Jesús, hasta las profecías del Papa Juan XXIII, escritas en el amanecer del Nazismo…

y, más recientemente aún, las predicciones formuladas por analistas políticos sobre una guerra a muerte que se estaría dando en el seno de la Iglesia Católica, en las Naciones Unidas, y en las altas esferas de los súper-magnates de las finanzas y el poder mundial.

Es de veras impactante ver cómo esas hebras van entretejiendo mitos y dogmas junto a doctrinas, hechos históricos y estadísticas, hasta producir lo que llamamos a veces “profecías”, y otras veces llamamos simplemente predicciones racionales.

¿Se puede aceptar seriamente que las profecías son reales y que de veras predicen los acontecimientos que nos traerá el futuro?

Escucha la crónica completa de Ruperto Concha aquí: