De acuerdo a la última encuesta trimestral de la Cámara de Comercio de Santiago (CCS), la economía mundial y el descenso del precio del dólar son las principales preocupaciones del empresariado para el presente año.

Este instrumento de medición arroja que el 22 por ciento de un total de 420 empresas consultadas indica que su principal preocupación económica continúa radicada en la inestabilidad que todavía amenaza a la economía mundial y otro 20 por ciento se inclina por el tipo de cambio.

Los especialistas concuerdan que las cuentas externas reflejan mayores grados de dificultad en el frente exportador, avalando este cuadro de aprehensiones empresariales.

“El valor de los embarques de exportación no cobre tuvo un descenso de 1,6 puntos en 2012, lo que representa el primer retroceso en los últimos 11 años, exceptuado el 2008, año de recesión mundial. El tipo de cambio, por su parte, cerró el 2012 en $ 477 por dólar, uno de los niveles más bajos de los últimos 24 meses”, señaló la Cámara a través de un comunicado.

Sin embargo, sostienen que la probabilidad que la economía chilena enfrente en 2013 un escenario recesivo va a la baja.

Los resultados de la encuesta, según tamaño de empresa, indican que la inestabilidad externa y el tipo de cambio siguen predominando transversalmente a todo nivel de empresas.

En las pequeñas compañías, el tópico cambiario ocupa el primer lugar, superando las aprehensiones respecto a la inestabilidad externa (19% vs 15%). En las grandes, en tanto, los temores frente a la inestabilidad externa representan el 28 por ciento de las menciones totales, y el tipo de cambio el 18.

Según sectores, el tipo de cambio también toma un lugar predominante en el ramo de la exportación, particularmente en la silvoagricultura, donde ocupa el 45 por ciento de las menciones. En la industria desciende al 26 por ciento de las menciones y alcanza su mínima expresión en los rubros de servicios (16%).

“Esto da cuenta de las grandes diferencias sectoriales en relación al tema del tipo de cambio. Para aquellos sectores netamente exportadores, como lo es la silvoagricultura y, en menor medida, la industria, el descenso del tipo de cambio afecta negativamente el nivel de ventas y de utilidades; en tanto que en los servicios puede llegar a ser, incluso, un aspecto ventajoso al impactar positivamente los salarios reales de los hogares”, explican los expertos de la Cámara.