En 2012 tuvieron lugar fenómenos climáticos extremos en todo el mundo, sobre todo en el hemisferio norte, con grandes olas de calor y de frío y un deshielo sin precedentes de la banquisa ártica, indicó este miércoles en Ginebra la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

El año empezó con un episodio del fenómeno climático La Niña de intensidad moderada, que provocó el enfriamiento extremo del clima y continuó con un aumento importante de las temperaturas a partir de abril, indicó la agencia especializada de la ONU.

A pesar de los fenómenos climáticos del El Niño y La Niña, que incidieron en las temperaturas, sigue adelante “la tendencia general al calentamiento global a largo plazo, imputable a los cambios climáticos antrópicos”, es decir, relacionados con la acción humana, explicó el secretario general de la OMM, Michel Jarraud.

“Queremos que esta información se tome en cuenta en Doha”, añadió en referencia a la conferencia que, desde el lunes y hasta el 7 de diciembre, reúne a 190 países para decidir sobre el futuro del protocolo de Kioto y sentar las bases de un gran acuerdo para 2015.

El protocolo de Kioto, firmado en 2007, es el único tratado legal que fija objetivos cifrados para reducir la emisión de gases con efecto invernadero (GIE)

Según el informe de la OMM, el período 2001-2011 ya es el más cálido jamás registrados y la tendencia de los primeros meses de este año apuntan a que “2012 no será una excepción a la regla”, indicó la organización.

De enero a octubre se vivió el noveno período más cálido comprendido en esos meses desde que empezaron los registros en 1850, explicó la agencia de la ONU, con temperaturas mundiales en la superficie del océano y de la tierra superiores en 0,45 °C a la media de 14,2 °C del período 1961-1990.

Deshielo, huracanes y frío

Otras de las consecuencias del calentamiento global es el deshielo de la banquisa ártica, que el 16 de septiembre alcanzó su menor extensión anual (3,41 millones de kilómetros cuadrados) desde que existen registros por satélite. Estos datos confirman los publicados en septiembre por el NSDIC, el centro estadounidense de la nieve y el hielo.

La banquisa del ártico perdió así un total 11,83 millones de kilómetros cuadrados entre marzo y septiembre. Además, la extensión mínima de 2012 fue inferior en un 49% (cerca de 3,3 millones de kilómetros cuadrados, el equivalente a la superficie de India) al promedio mínimo del período 1979-2000.

“La extensión de hielo marino en el Ártico alcanzó un nuevo mínimo. La velocidad alarmante a la que se está produciendo el deshielo en esa zona este año ha puesto de relieve los profundos cambios que están teniendo lugar en los océanos y en la biosfera”, dijo Jarraud.

Su veredicto es severo: “El cambio climático se está produciendo ante nuestros ojos y seguirá haciéndolo como consecuencia de la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera, que ha aumentado de manera constante y ha vuelto a alcanzar nuevos récords”.

En 2012 también se registraron otros fenómenos extremos. En la cuenca del Atlántico, por ejemplo la actividad de la temporada de huracanes fue superior a la media por tercer año consecutivo, con 19 tormentas, de las cuales diez alcanzaron la categoría de huracán, como en el caso de Sandy, que causó estragos en el Caribe y Estados Unidos.

El año también estuvo marcado por grandes nevadas y temperaturas extremas entre finales de enero y mediados de febrero, sobre todo en Rusia y Europa, con temperaturas que alcanzaron los -50° centígrados. Un frío que, según el secretario general de la agencia de la ONU, “puede estar relacionado con el deshielo en el Ártico”.

Las cifras definitivas sobre el clima en 2012 se publicarán en marzo de 2013. Además el OMM publicará el 4 de diciembre su informe decenal sobre el estado del clima mundial.