Estimados BioBioChile:

El pasado martes 30 de octubre fui despedido del Restaurante Mamut, ubicado en pleno centro de Concepción. La razón, NO tuvo un argumento sólido, sólo estaba basada en una acusación, que incluía a un compañero y a mi pero él no corrió la misma “suerte”.

Todo partió porque un amigo de mi ahora ex jefa, fue al local unos días antes a eso de las 21 horas. Según él, un garzón no lo habría dejado ingresar señalando que el local estaba cerrado, lo que no era así. Este hombre le comentó esta situación a la jefa de local, y entre los sospechosos habían dos personas.

Cuando llegué a trabajar a la semana siguiente – ya que sólo tenía dos turnos- a ambos nos llamaron a una reunión. Ella nos dijo que debía despedir a uno de los dos. Yo le juré que no había sido -pues realmente no fui- pero ella aún así me hizo firmar. Como desconozco las leyes laborales, no sabía que podía abstenerme de hacerlo.

Yo le pedí que le preguntara a su amigo las características físicas del garzón, pues ambos somos muy diferentes – yo soy delgado y mi ex compañero es más robusto-. Ella se negó rotundamente.

Tomé mis cosas, devolví el uniforme y me fui a mi casa.

No puedo creer que haya sido despedido injustamente. Por más que alegué y le pedí pruebas a mi jefa no conseguí nada.

Mi compañero NO fue despedido. Creo que la razón fue que yo sólo llevaba 9 meses trabajando y él 3 años… claramente yo le salía más barato a la empresa.

La pregunta ahora es ¿quién protege a los trabajadores? Ni siquiera la Inspección del Trabajo me pudo ayudar.

Con esta denuncia yo no pretendo que me reincorporen a Mamut, ya que después de esta humillación no volvería, pero sí que se dé a conocer las injusticias en las que incurre el Restaurante.

Ahora estoy en busca de un nuevo trabajo, pues me pago mis estudios universitarios … esta gente ni siquiera tuvo consideración por eso.

Rodolfo Garrido.

Estudiante Universitario, 21 años.