El director de Windows y principal responsable del nuevo sistema operativo Windows 8, Steven Sinofsky, presentó este martes su renuncia indeclinable a Microsoft, sin citar las razones específicas.

La partida del ingeniero de software, quien había entrado a la empresa en 1989, llega apenas dos semanas después de que Windows 8 fuera lanzado al mercado.

Y si bien tanto el CEO de Microsoft, Steve Ballmer, como el propio Sinofsky, fueron en extremo atentos a la hora de agradecer los servicios del otro, no es un secreto para la industria la tensa relación que ambos sostenían desde hace años, sobre todo por el polémico estilo de liderazgo del ahora renunciado jefe de desarrollo.

“Steven es un talento muy raro. Pero si piensas en liderazgos futuros, la colaboración es un valor más crítico que nunca”, afirmó a CNet News un ejecutivo de Microsoft, quien recalcó lo difícil que era trabajar con Sinofsky, a quien se ha citado como una “personalidad difícil” que le costaba trabajar con otras divisiones de la empresa.

La renuncia del ahora ex director de Windows siembra también la incertidumbre sobre quién podría suceder a Steve Ballmer en la jefatura de Microsoft.