Más de 500 kilos de carne de cerdo descompuesta y unos 200 kilos de longanizas en igual estado, fueron decomisados desde el interior de la carnicería Abastero, local establecido ubicado en la calle Villota 743 en Curicó.

La acción fue cumplida por fiscalizadores de la Seremia de Salud, con el apoyo de un equipo de la SIP de Carabineros de la primera comisaría, y dirigidos en lugar por el comisario Álvaro Illanes.

Ivón Mozó Gómez, médico veterinario y fiscalizador de la Seremi de Salud, señaló que las carnes decomisadas corresponden a cerdos producto de una matanza clandestina, ya que no se acreditó procedencia y en el caso de las longanizas, tampoco están acreditados como fábrica de elaboración de cecinas.

La fiscalizador agregó que “en este local comercial claramente estaban infringiendo la normativa, ya que la carne estaba de mal olor, de color verde, en proceso de descomposición y con presencia de larvas de moscas”, precisó.

Una denuncia anónima de un cliente que enfermó por el consumo de esta carne descompuesta, fue lo que alertó a los organismos fiscalizadores. Los timbres que presentaban las piezas de carnes, no son legibles, por lo que se presume que los animales fueron faenados clandestinamente, ya que no pudieron demostrar su origen con alguna guía de despacho.

El propietario de la carnicería fiscalizada, un reconocido comerciante del rubro parrilladas, no se presentó en el lugar, por lo que su amigo y colaborador Luis Alberto Fuenzalida reconoció que a la hora de la llegada de los fiscalizadores estaba en proceso de limpieza de las carnes, removiendo aquellas partes que presentaban manchas verdes.

“Lo que me parece raro que este caballero que se enfermó con las longanizas, ha comprado como diez mil veces aquí y ahora salió con esa empanda”, justificó

El dependiente agregó que actuó de buena fe y no quiso dañar a nadie, como trabajador. Se cursó infracción además, por que dicho local no contaba con el permiso municipal correspondiente y todo el producto decomisado, fue transportado en una camioneta para su posterior destrucción.