La niña de siete años herida en la matanza de una familia en los Alpes franceses, cuyo testimonio podría hacer avanzar la investigación realizada paralelamente en Francia y Gran Bretaña, salió del coma artificial pero sigue siendo tratada con sedantes.

Los investigadores oirán el testimonio de la pequeña Sainab al Hilli, que salió del coma artificial el domingo, después de haber sido sometida a dos operaciones, no bien los médicos lo autoricen, indicó el lunes el fiscal a cargo del caso, Eric Maillaud.

La audición, que sin duda no podrá realizarse antes de varios días, tendrá lugar seguramente en el hospital de Grenoble (este), en el que es tratada, y estará a cargo de especialistas en el testimonio de niños.

Zainab, que fue violentamente golpeada en la cabeza y recibió un balazo en el hombro durante la matanza, es considerada un testigo esencial, ya que vio al o a los asesinos que mataron el miércoles pasado a su padre, británico de origen iraquí, a su madre, a su abuela y a un ciclista francés que pasaba por el camino forestal en el que se cometió el crimen, situado en Chevaline, cerca del lago Annecy.

Su hermana Zeena, de 4 años, que escapó indemne ocultándose bajo las piernas de su madre y no vio nada, volvió el domingo a Gran Bretaña acompañada por dos parientes.

La abuela materna de las dos niñas, de 74 años de edad, de origen iraquí pero residente en Suecia, fue formalmente identificada gracias a testimonios de allegados a la familia asesinada, precisó el fiscal, agregando que los análisis ADN se realizarán posteriormente.

La Investigación sobre la matanza se prosigue en Gran Bretaña y en Francia. El lunes continuaba el registro de la casa de la familia Al Hilli en Claygate, periferia de Londres, con participación de policías británicos y gendarmes franceses.