Texto de Carolina Vergara

El pueblo de Vichuquén, declarado Zona Típica en 1990, en reconocimiento a su arquitectura y trazado urbano de rasgos coloniales, quedó devastado con el terremoto del 2010, sin embargo hoy se está recuperando de manera exitosa, en relación a la reconstrucción de otros pueblos.

Posterior al terremoto, antes del primer invierno, los habitantes se organizaron y generaron un plan de emergencia espontaneo e inmediato, apuntalaron las estructuras de adobe, acopiaron tejas y protegieron techos con plásticos, en espera de una intervención técnica, lo que permitió un ahorro futuro en la reconstrucción.

Por la parte privada, se capacitó un grupo importante de maestros locales para enfrentar la reconstrucción de una arquitectura en tierra cruda, se entregaron fondos para complementarlos con los de subsidio SERVIU -administrados por la Corporación de Patrimonio Cultural- y se asignaron profesionales especializados para abordar la reconstrucción.

Por la parte pública, el MINVU generó un subsidio extraordinario para la reconstrucción y reparación patrimonial, con mayores fondos para viviendas localizadas en zonas patrimoniales y colaboró con ayuda profesional a la EGIS Municipal.

La propuesta de recuperación de las casas, un proceso lento, caso a caso, cuyos resultados demuestran un trabajo entre sectores público-privado y comunidad puede ser exitoso. Así mismo deja un registro que evidencia la fragilidad del patrimonio, los importantes desafíos y acciones a desarrollar y reflexionar para su protección, conservación y difusión.

¿Existe una voluntad política que aborde el patrimonio?

Actualmente la palabra patrimonio está en boga, el gobierno ha hecho grandes esfuerzos y reconoce su importancia mediante un plan específico para la reconstrucción patrimonial, que otorga mayores fondos y facilidades de postulación. No obstante, los resultados indican que los fondos no resultan suficientes, el plan debe ajustarse y lo más trascendental es que se debe buscar una política permanente para el patrimonio.

El actual subsidio para damnificados no beneficia viviendas cuyos propietarios tienen más de una vivienda, condenando con esto casos de viviendas de alto valor patrimonial en una Zona Típica. Los beneficiarios deberían ser los inmuebles y no las personas, ya que son los que otorgan el carácter ambiental del pueblo y que debería ser entendidos como patrimonio de todos.

Por otra parte, los subsidios sólo se aplican a la vivienda, no existe un subsidio para la recuperación de los espacios comunes ni para apoyar el patrimonio inmaterial que también resultó afectado por este terremoto.

Postular a un subsidio implica reunir una serie de antecedentes, que las zonas rurales demostraron no estar preparadas. Pienso que debería existir uno que permita enfrentar la primera etapa de reparación de la vivienda, como es el caso de crear un subsidio para reparar cubiertas, lo que permitiría proteger las viviendas, por mientras se avanza en el resto del proyecto y en recolectar los antecedentes de la propiedad.

Una mayor participación por parte de la comunidad en la reconstrucción pareciera ser clave, no obstante, no se ha exigido la participación comunitaria, por lo que su comunidad no se ha apropiado de su patrimonio, lo que resulta erróneo ya que luego es esta misma que deberá resguardarlo en el transcurso del tiempo. Pero más grave aún, es que no se ha obligado a capacitar los profesionales de los municipios para tomar mejores decisiones en sus propuestas de recuperación patrimonial. Se han ofrecido una serie de iniciativas, gratuitas, para abordar mejor los daños y propuestas de reparación de arquitecturas en tierra, pero no se ha visto interés de participar.

De hecho, gracias a los fondos privados, que en este caso son de la empresa Barrick, se han podido hacer obras anticipadas al subsidio: retiro de revoques, cielos para una mejor evaluación de daños, construcción de cubiertas, la capacitación de los maestros, apuntalamientos, etc., lo que ha permitido que hoy se ven más resultados con respecto a otras comunas y maximizar los fondos con intervenciones más ajustadas.

¿Cómo se va a enfrentar la sustentabilidad del patrimonio, si no existe una política pública permanente y específica éste?

El patrimonio en tierra cruda ¿en peligro de extinción?

Chile es un país de terremotos, no obstante pareciera que recién con el terremoto del 2010 hemos tomado mayor consciencia de nuestro patrimonio en tierra cruda. El adobe es un pésimo material para enfrentar los sismos, se lo ha condenado – así como todas las formas de habitar asociadas a este-, no obstante podemos ayudarlo reforzándolo con nuevas tecnologías como es con la malla electro-soldada.

Se ha observado que el daño material en las viviendas, no sólo fue por la intensidad del sismo sino también porque éstas estaban vulnerables y amenazadas por la falta de mantención y deterioro material (muchos daños por aguas lluvias y xilófagos), la presencia de inadecuadas intervenciones estructurales y deficientes reparaciones de anteriores terremotos, lo que acentuó la gravedad de los daños. Se puso en evidencia la ausencia de una cultura de mantención. ¿ qué pasó con el ritual de restaurar las viviendas de adobe, técnica que anteriormente se traspasaba de padre a hijo?

El patrimonio en tierra cruda requiere de constantes cuidados, mantención. Así mismo de intervenciones con criterios que no alteren su integridad. La capacitación que se realizó en Vichuquén post-terremoto, permitió actualizar los conocimientos de la construcción de tierra así mismo volver a recuperar la confianza en este material. Esta capacitación no debiera estar sólo en tiempos de emergencia, debería ser parte de una cultura permanente.

¿Cómo se está abordando la sustentabilidad del patrimonio?

Hoy no se compromete a los beneficiados de viviendas patrimoniales a usar las viviendas. Muchas estaban inhabitadas antes del terremoto y corresponden a las que tenían mayores daños por falta de mantención. Hemos realizado en algunas viviendas pequeñas transformaciones, que no alteran su estructura ni valor cultural y que permiten adecuarlas a las nuevas necesidades. El objetivo es incentivar su uso para así mantenerlas.

Pero también hemos visto, viviendas con transformaciones inadecuadas que buscaban responder a las nuevas necesidades. Al respecto, una Zona Típica, se supone resguardada por el Consejo de Monumentos Nacionales, no obstante recién en febrero del 2011 se contaba con lineamientos técnicos para enfrentar la reconstrucción de Vichuquén. Por lo que pienso el CMN debe hacerse más presente ante la comunidad o delegar la posibilidad de fiscalizar a los Municipios. Quienes son los primeros que pueden proteger y abordar el tema de transformaciones y mantención de los inmuebles de carácter patrimonial.

La recuperación de inmuebles tiene un costo técnico y financiero importante, no obstante, este puede ser en vano si ésta no es apoyada por una unidad de gestión patrimonial, que permita desarrollar instrumentos, crear nuevos programas para las viviendas y coordinar acciones preventivas, entre los diversos actores involucrados: la comunidad, entidades públicas y privadas.

CAROLINA VERGARA LARA
Arquitecto (U CHILE) – Especialización en Intervención del Patrimonio Arquitectónico (ENSAPB). Integrante del Comité de Patrimonio del Colegio de Arquitectos.
Jefe Proyectos Recuperación de viviendas patrimoniales de Vichuquén con fondos Barrick
Institucion: Corporacion Amigos del Patrimonio Cultural de Chile