Las ocho jugadoras de bádminton -cuatro parejas- acusadas de haber intentado perder el martes sus partidos de la fase de grupos para tener mejores cruces en cuartos de final, fueron descalificadas del torneo olímpico, anunció el miércoles el ente rector de su deporte.

Las cuatro parejas, una representante de China, otra de Indonesia y dos de Corea del Sur, recurrieron de inmediato la decisión, pero la Federación Internacional de Bádminton (BWF) comunicó poco después que la apelación había sido rechazada.

Las jugadoras “no están excluidas de los Juegos por el COI. El COI tomó nota de la decisión de la Federación Internacional de descalificarlas de la competición pero conservan su acreditación”, dijo a la AFP una portavoz del Comité Olímpico Internacional (COI).

Las jugadoras habían sido acusadas de “no hacer lo posible por ganar” para facilitar su camino en el torneo, pensando en unos mejores cruces para los cuartos de final programados este miércoles. Aunque presuntamente las cuatro parejas querían perder, obviamente dos tenían que acabar ganando.

Entre las descalificadas se encuentran las chinas Yu Yang y Wang Xiaoli, campeonas del mundo de 2011 y primeras del ránking mundial, que habían caído por sorpresa, por 2 a 0, ante las surcoreanas Jung Ky-ung y Kim Ha-na.

“Estábamos ya clasificadas, ¿para qué íbamos a desperdiciar energías?”, se defendió Yu al final del partido. “No era necesario jugar al máximo, teniendo en cuenta que la fase de eliminación directa empieza el miércoles”, señaló ante las dudas suscitadas por su actitud.

Tras el partido, el entrenador surcoreano Sung Han-Kook afirmó que “esta forma de jugar atenta contra el espíritu olímpico. ¿Cómo ha podido jugar así la pareja número uno del mundo?”.

El partido no incluyó ningún intercambio de más de cuatro golpes y el público del Wembley Arena manifestó su enfado al final del encuentro, tras un duelo lleno de errores con el servicio y golpes que se iban directamente fuera de la pista.

La derrota significaba que Yu y Wang evitaban un difícil duelo contra sus compatriotas Tian Qing y Zhao Yunlei, segundas del ránking mundial y que habían acabado segundas de su grupo.

Otro partido en el que las surcoreanas Ha Je y Kim Min-jung derrotaron a las indonesias Meiliana Juahari y Polii Greysia también fue investigado por la BWF.

El árbitro del torneo, Torsten Berg, advirtió a las jugadoras por su comportamiento y pareció mostrar una tarjeta negra -sinónimo de eliminación-, aunque finalmente habría sido anulada, hasta la espera de la decisión oficial.

El presidente del Comité de Organización (LOCOG), el ex atleta Sebastian Coe, y un portavoz del COI habían calificado este miércoles de “inaceptable” los hechos en la mañana del miércoles.

La delegación olímpica china abrió una investigación y emitió un comunicado: “el Comité Olímpico Chino (…) es contrario a cualquier tipo de comportamiento que viole el espíritu deportivo”, afirmó la agencia Xinhua citando a un portavoz del organismo.

El escándalo es el primero de este tipo en lo que va de Juegos Olímpicos, en los que los organizadores han manifestado que estarían vigilantes ante actitudes y comportamientos extraños durante la competición.