La alimentación influye directamente en tu estado físico, pero también modifica tu estado emocional tras ingerirlos, y podría modificar cómo te sientes.

Según señala a ABC.es, Marta Herce, psicóloga y especialista en nutrición, “Lo que comes influye no solo en tu estado físico sino en tu sistema emocional. El cómo nos relacionamos con la comida refleja cómo nos relacionamos con nosotros mismos y con el entorno”.

Según esta misma publicación, las personas se dividen en organismos yin (son más ‘intensos’ a nivel mental, creativos, idealistas y miran hacia el futuro) y yang (son más de acción, pragmáticos y con los pies en la tierra).

“Cuando alguien se va a un yin muy límite tiende al victimismo, y el yang, en exceso, es muy rígido, se irrita y tiende al enfado”, explica Herce.

Para armonizar tu cuerpo y mente no es necesario ir a especialistas ni tomar una serie de fármacos, también puedes inclinarte por algunos alimentos más que por otros.

Los días que te sientas muy ‘yin’ debes comer:

1.- Pescado.
2.- Cereales integrales.
3.- Leguminosas.

En tanto, cuando te sientas ‘yang’ debes optar por consumir:

1.- Verduras verdes (espárragos, lechugas).
2.- Frutas.
3.- Frutas secas.
4.- Endulzantes naturales.

En cualquier caso, la especialista señala que un desayuno completo nos ayuda a aguantar una jornada de trabajo o estudio. Esta comida debería consistir en una crema de mijo (cereal rico en energía) y quinoa, una bebida de arroz o avellanas, algo salado como una sopa de miso o una tostada.

Si eres una de esas personas que no son capaces de desayunar una sopa, puedes cambiarlo por un té kukicha o bancha. “Sin teína, pero con muchas propiedades, que ayudan a vencer el cansancio”, señala la experta.