Los científicos de la Universidad de Talca desarrollan un proyecto de investigación, financiado por Fondef de Conicyt, que busca ofrecer nuevas alternativas energéticas a los combustibles fósiles, según informa Maulee.cl.

Para eso se han establecido plantaciones piloto de híbridos de Álamo en la región, que muestran potenciales de crecimiento muy elevados y que se pueden convertir en una fuente de biomasa.

Los ensayos previos demostraron un potencial de crecimiento de estas plantaciones, de aproximadamente 80 toneladas por hectárea. Esta cifra cuadruplica el objetivo mínimo de producción para que una plantación sea rentable, el cual se establecería en 20 toneladas por cada hectárea.

El responsable del proyecto “Modelo Silvícola para la obtención de Dendroenergía en la Zona Central de Chile usando híbridos de Álamo”, Ricardo Baettig, destaca las características de los híbridos de Álamo como materia prima para la generación de biomasa. Por un lado, muestran un buen crecimiento. Por el otro, tienen una buena capacidad de rebrote, lo que evita la necesidad de replantación tras cada cosecha, que es lo que encarecería el proceso.

Este proyecto, que se encuentra en plena etapa de desarrollo, tiene como objetivo producir biomasa usando este tipo de cultivos, llamados dendroenergéticos, para desarrollar un modelo de negocios rentable y sostenible. La biomasa es un recurso energético aprovechable para producir calor industrial, calor en los hogares y para la cogeneración.

Para Paula González, directora del Programa Regional de Conicyt, “en Maule existe una tradición de cultivos de álamo con lo que, gracias a la investigación científica, la región podría potenciar nuevos polos de desarrollo convirtiéndose en referente nacional en estas materias”.

En cualquier caso, “los cultivos energéticos no van a ser la fuente exclusiva de energía pero van a poder solventar una parte del suministro”, comenta Baettig. De hecho, el Gobierno chileno ha promulgado leyes que establecen que entre 2010 y 2014 las generadoras eléctricas deben cumplir con un porcentaje inicial de uso de energías renovables no convencionales del 5%.

Desde el 2015 en adelante deberían empezar a incrementar dicho porcentaje en 0,5% anualmente, hasta llegar al 10% en el 2024.