Un informe científico ahora confirma que durante el terremoto del 27 de febrero de 2010 hubo dos y no un punto donde se liberó energía y que la primera ola llegó 20 minutos después, pero no fue mortífera, pero sí lo fueron las de las 4:30, 5:15, 6:15 y 6:45 de la mañana. Cinco científicos terminaron de trabajar, con datos que proporcionó un instrumento instalado por ellos en el mar, 38 días antes del terremoto, para medir velocidad y dirección de corrientes marinas originalmente.

Es el único y exacto registro de las olas del tsunami y sus consecuencias, después del terremoto.

La primera gran ola alcanzó una velocidad aproximada de 600 km/hr hacia el norte; y 300 km/hr al sur. Se pudo ahora establecer que la primera anomalía demoró 184 minutos en llegar al punto más al norte Arica y 262 minutos en alcanzar el más al sur, la isla San Pedro. En tanto que, hacia el oeste, demoró sólo 48 minutos en alcanzar el archipiélago de Juan Fernández.

El trabajo es de los científicos Marcus Sobarzo, Luis Bravo y Renato Quiñones, del Departamento de Oceanografía; junto a Andrés Tassara, del Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Concepción; y José Garcés Vargas, de la Universidad Austral.

Llegaron a una serie de conclusiones, siendo una de las principales que la localización de los epicentros no coincide con el lugar en que se originó el tsunami y que éste tuvo dos zonas de origen principales.

Son cinco olas con elevaciones de entre 1.5 a 2 metros por sobre el nivel medio del mar. Además, se pudo constatar que el fondo marino subió 40 centímetros después del terremoto, lo que es coherente con los modelos de levantamiento del piso oceánico frente a las costas de Chile central.

El mismo alzamiento del piso marino no fue igual en todas partes. La fuente sur del tsunami se localizó frente a Punta Lavapié, en Arauco, mientras que la fuente norte se localizó a 74 kilómetros mar afuera, entre Constitución e Iloca, en el Maule, donde el fondo marino subió cerca de 2.5 metros, golpeando por debajo a una columna de agua de un espesor cercano a los 2.000 metros.

Este golpe vertical hacia arriba, en el fondo, levantó el mar, masa de agua que luego cayó provocando ondas que, en cerca de 20 minutos, comenzaron a llegar a las costas de Chile.

El tsunami tuvo dos fases: Por el levantamiento del piso oceánico después del sismo, la primera etapa fue con una onda de mediana altura en forma perpendicular a la costa y sin corrientes intensas. La segunda, con olas más altas y corrientes intensas, sumadas a fenómenos de resonancia que incrementaron su efecto, asegura el informe científico de la U. de Concepción, cuyos detalles se harán públicos en las próximas horas.