El hogar, indudablemente, es uno de los lugares preferidos de las personas, quienes lo adornan a su gusto y en el cual pasan inolvidables momentos junto a sus familiares y amigos. Sin embargo, este acogedor espacio también podría hacerlas subir de peso o, por lo menos, evitar que bajen esos kilos de más… ¿Te imaginas cómo?

De acuerdo a María Fernanda Molinari, connotada diseñadora argentina de interiores radicada en Miami y colaboradora de Yahoo!, existen ciertos elementos y acciones de nuestra casa que aumentan el apetito de las personas.

1.- La forma del plato en el que comes.

Por más extraño que parezca, la forma del plato en el que te alimentas influye en tu apetito. De acuerdo a la técnica milenaria del Feng Shui, los platos cuadrados hacen que tengas menos hambre mientras que los redondos nos hacen comer de más.

2.- No observarte mientras te alimentas.

Según la experta, un buen consejo para no ingerir más alimentos de la cuenta es ubicar un espejo decorativo frente al comedor. De esta forma, te verás reflejado cuando estés sentado en la mesa, lo que te ayudará a enfocarte en qué y cuánto consumes.

3.- Los colores de tu hogar.

Tanto las enseñanzas del Feng Shui como especialistas de la psicología han aseverado que los colores influyen de diversas formas en las personas, y una de ellas es en su apetito. Al respecto, debes tener en cuenta que los colores anaranjados, rosados y amarillos, sobre todo aplicados al área del comedor o la cocina, favorecen el hambre. Por el contrario, los tonos marrones o azules lo neutralizan.

4.- Caer en la tentación de los aromas.

Sin duda, si tu hogar es de esos que siempre huele a ricas comidas, es probable que desde que pongas un pie en su interior se te abra el apetito. No obstante, recuerda que existen ciertos aromas que mantienen a raya el hambre, como la menta, la vainilla, la manzana verde y la canela. Con estas esencias, te quedarás con lo rico del olor sin necesidad de sucumbir a los pasteles y panes.

5.- La cantidad de sillas situadas alrededor de tu mesa.

De acuerdo a Molinari, si tienes un número impar de sillas alrededor de la mesa es probable que te sientas menos relajado y comas de más… ¿Te ha pasado?

6.- Guardar comida en lugares distintos de la cocina.

¿Te gusta tener galletitas en el velador o un pedazo de chocolate en el escritorio? Ante esto, ten claro que lo más recomendable es guardar alimentos sólo en la cocina. Lo anterior pues, si realizas lo contrario, es posible que comas de más a lo largo del día sólo por “tener la comida enfrente”. Como consejo adicional, intenta guardar los artículos en contenedores opacos que no te dejen ver el contenido y no almacenes el pan o los dulces en recipientes llamativos, lo que aumentaría tus ganas de comer.

7.- No hacer la cama.

Un último secreto para que tu casa “no te haga engordar” es tener siempre la cama hecha para evitar el sedentarismo. Esto pues, si dejas la cama desarreglada, cuando llegues del trabajo o la universidad lo primero que querrás hacer es tirarte encima de ella para descansar un rato y luego convertirla en tu “sala de operaciones”, desde donde estudiarás, enviarás emails y revisarás Facebook.