Con una emotiva ceremonia los vecinos del colapsado edificio Alto Río conmemoraron dos años desde el terremoto. Dijeron que ahora están en un proceso de ‘resignificar’ todo lo vivido y anunciaron la creación de una fundación para promover la cultura sísmica.

Con sentimientos de resignación y recogimiento, en medio de un ambiente íntimo y con relato de anécdotas de situaciones previas a la catástrofe, familiares y amigos de las víctimas y los sobrevivientes del colapsado edificio, realizaron una actividad que llamó a ‘resignificar’, a partir de la memoria colectiva la tragedia de hace 2 años, en la madrugada del 27 de febrero.

Ocho personas perdieron la vida esa noche en el edificio que más tarde fue denominado Zona 0 del terremoto: Vicente González, Paola Herrera, Erwin Araneda, Jasmina Fierro, Patricio Matus, Ilse del Campo, Carlos Cifuentes y José Luis León… Todos con historias propias y que dejaron estelas de dolor en sus seres queridos.

Este domingo volvieron al lugar, hoy vacío, donde estuvo emplazada durante más de un año la estructura. Allí, hubo una lectura bíblica, palabras de reflexión, la narración de diversos testimonios y finalizó con el lanzamiento de ocho globos blancos en recuerdo de los fallecidos.

Mónica Molina es representante de las Familias Organizadas de Alto Río. Ella indicó que uno de los mayores desafíos que tienen ahora es la creación de una fundación que impulsará la cultura sísmica en la región y el país. Además, dijo que la fundación facilitará la coordinación de operadores estratégicos durante las emergencias, difundirá protocolos de acción y tendrá una razón educativa para las familias.

Finalmente los vecinos dijeron sentirse tranquilos a dos años de la tragedia… Si bien hubo momentos de tristeza y nostalgia durante la sencilla ceremonia, que no contó con la participación de políticos ni de autoridades, los asistentes consignaron que más allá de tomar lo ocurrido como un hecho de dolor, quieren que sea un hito que recuerde las inconsistencias, las acciones y los errores que no deben repetirse nunca más.