La mayoría del total pertenecía a distintas haciendas agrícolas, y 294 empleadores están expuestos a sanciones por este tipo de prácticas, informó este martes el Ministerio de Trabajo del gigante sudamericano.

“Nunca tuvimos tantos empleadores irregulares al mismo tiempo”, dijo Alexandre Teixeira, responsable del programa de erradicación del trabajo esclavo del Ministerio, en un comunicado oficial.

Las autoridades brasileñas consideran trabajo esclavo al sometimiento laboral bajo condiciones denigrantes de salud, alimentación y alojamiento, y con salarios por debajo del mínimo (336 dólares mensuales).

La mayoría de las víctimas fueron reclutadas bajo engaño por traficantes de mano de obra, conocidos como ‘gatos’, que los trasladan lejos de su lugar de origen para trabajar en haciendas de caña de azúcar u otros productos agrícolas.

En 2004, Brasil creó una “lista sucia” con los empleadores acusados de explotación laboral, que es actualizada cada 6 meses. Nunca antes habían sido identificados tantos empleadores infractores en un sólo semestre, según el Ministerio de Trabajo.

Las empresas o personas que son incluidas en esa lista enfrentan sanciones que van desde multas, hasta la pérdida del crédito en bancos oficiales y restricciones para comercializar sus productos, por un período mínimo de 2 años.