Israel suspendió este jueves el pago de su contribución a la UNESCO para sancionar la admisión de Palestina en este organismo, último episodio de una batalla diplomática en la que los palestinos están más determinados que nunca a lograr su reconocimiento en la ONU.

“El primer ministro Netanyahu ordenó la suspensión de la contribución de Israel a la UNESCO”, anunció un comunicado del gobierno difundido el jueves, precisando que Netanyahu ordenó que ese presupuesto se destine a “iniciativas de cooperación que tengan los mismos objetivos (culturales y científicos) en la región.

El monto de la contribución hebrea, pagada por el ministerio de Educación, es de unos dos millones de dólares anuales: 1,6 millones de dólares de cotizaciones y 400.000 dólares para programas especiales, explicó a la AFP el portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores, Yigal Palmor.

“La cuota de Israel para el año en curso ya fue pagada y la de 2012 normalmente debe ser transferida antes de finales de diciembre”, precisó Palmor, quien aseguró que “numerosos Estados no pagan su contribución y ninguno de ellos fue hasta hoy expulsado de la UNESCO”.

La Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO por sus siglas en inglés) decidió el lunes en París aceptar la admisión de Palestina como miembro de pleno derecho por 107 votos a favor, 52 abstenciones y 14 votos en contra.

La oficina de Netanyahu consideró que “iniciativas como ésta no hacen avanzar el proceso de paz, sino más bien al contrario, las alejan”.

“La única vía de alcanzar la paz es a través de negociaciones directas sin condiciones previas”, agregó.

El bloqueo de la contribución israelí a la UNESCO se une a las sanciones decretadas por el Estado hebreo contra la Autoridad Palestina: construcción de 2.000 viviendas en Jerusalén Este y en Cisjordania ocupada y bloqueo provisional de los fondos a la organización del presidente palestino Mahmud Abas.

Por el bando palestino, el ministro de Relaciones Exteriores, Riad al Malki, dejó claro que la intención es lograr que Palestina sea reconocida como miembro de pleno derecho de la ONU, más que la adhesión a agencias internacionales especializadas.

“Nuestra posición oficial, conforme a las directrices del presidente Mahmud Abas, es que los palestinos se concentren en la adhesión (de un Estado) a Naciones Unidas”, declaró Malki en conferencia de prensa celebrada en Ramala, sede de la Autoridad Palestina.

El Consejo de Seguridad de la ONU se reúne este jueves para estudiar la candidatura de adhesión palestina, que será presentada formalmente el 11 de noviembre, aunque la votación no se celebraría antes de finales de 2011, en la que los palestinos no cuentan aún con los nueve votos necesarios para sacar adelante su propuesta.

De todas maneras, la propuesta palestina chocará con el veto de Estados Unidos, tradicional aliado de Jerusalén, que ya anunció que se opondrá al proyecto, pese a que eso signifique un desgaste de su imagen en el mundo musulmán.

En caso de fracaso en el Consejo de Seguridad, a los palestinos les quedaría aún la opción de la Asamblea General de la ONU, donde tiene todas las posibilidades de lograr un voto favorable a un estatuto de Palestina como Estado no miembro observador en Naciones Unidas.