Los cuantiosos recursos financieros son una condición necesaria pero no suficiente para construir universidades de prestigio internacional, estimó el Banco Mundial en un informe sobre las razones del éxito de los grandes centros de investigación, publicado el jueves.

“Construir una institución de prestigio mundial requiere mucho más que las reacciones superficiales a las clasificaciones o las inyecciones masivas de dinero público. Se trata de un proceso complejo y lento”, dice el organismo al final de este informe, que examina los esfuerzos en este campo de los países emergentes y en desarrollo.

En la educación superior, el dinero es clave no sólo para construir y mantener instalaciones modernas “sino también para atraer y retener a los académicos de alto nivel”.

Sin embargo, otros ingredientes cuentan: la apertura internacional y, entre otros, la oferta de cursos en inglés, la capacidad de recepción de estudiantes de doctorado, la estructura organizacional, la autonomía administrativa y la capacidad de gestión para inculcar una estrategia de largo plazo.

El Banco Mundial señaló que si las universidades occidentales, especialmente estadounidenses, todavía en gran parte dominan los diferentes ranking mundiales sobre el tema, es porque esta jerarquía no se ha fijado.

“La crisis financiera mundial podría ser un factor positivo para las instituciones de investigación emergentes en muchos países en desarrollo”, dijo.

De acuerdo con el Banco Mundial, “los severos recortes presupuestarios y la falta de ofertas de empleo en las estructuras académicas en América del Norte y Europa Occidental podrían ayudar a las instituciones de otras regiones del mundo a cuidar sus mejores universidades en sus países y atraer a jóvenes talentos de las mejores universidades occidentales.