Estados Unidos alertó el sábado sobre el riesgo de “represalias” contra sus residentes e intereses en el extranjero tras la muerte de Anwar al Aulaqi, un imán radical yemení-estadounidense vinculado a Al Qaida.

El Departamento de Estado norteamericano explicó en un comunicado que esta alerta “mundial”, formulada tras “las muertes de personas clave del grupo terrorista de Al Qaida en la Península Arábiga” (Aqpa), entre ellas Aulaqi, expirará el 30 de noviembre.

“La muerte de Aulaqi, a corto plazo, podría dar a personas o grupos razones para vengarse cometiendo atentados en todo el mundo contra ciudadanos o intereses estadounidenses”, se destacó en el documento.

“En el pasado, Aulaqi y otros miembros de Aqpa hicieron un llamamiento para hacer atentados”, recordó la dependencia.

Aulaqi fue abatido el viernes en Yemen, anunciaron las autoridades yemeníes y estadounidenses.

Considerado por Washington como una amenaza tan grande como la que representó Osama bin Laden, el imán yemení-estadounidense era sospechoso de tener vínculos con el nigeriano Umar Farouk Abdulmutallab, responsable del atentado fallido del 25 de diciembre de 2009 contra una avión comercial de Estados Unidos.

Igualmente había mantenido correspondencia con el comandante estadounidense Nidal Hassan, presunto autor del tiroteo que causó 13 muertos en la base de Fort Hood, en Texas, en noviembre de 2009.