La dermatitis seborreica es una enfermedad de alta prevalencia, cada vez más recurrente en la actualidad, en que los tiempos para descansar y el ocio son escasos, sumado al estrés, el trasnoche y el exceso de alcohol.

El dermatólogo del Hospital Clínico Universidad de Chile, Andrés Figueroa, explicó que la afección es “una erupción descamativa en la piel, en algunas áreas del rostro y del cuero cabelludo (caspa), y de carácter crónico porque se mantiene la tendencia a presentarla a través de los años”.

Se desencadena y agrava característicamente con el estrés, el cansancio y la falta de sueño.

“Es una enfermedad de carácter benigno, no contagiosa, que se exacerba en invierno y que en su origen hay una conjunción de factores, tales como la predisposición genética, la renovación acelerada de células de la piel, el aumento de la producción de sebo y la presencia de un hongo llamado Malasezzia Furfur”, precisó el dermatólogo.

Afecta a entre 3 y 5% de la población, más a los hombres porque estos presentan más estrés, y con este aumenta la producción de andrógenos (hormona predominantemente masculina).

Generalmente afecta más a los adolescentes y a los adultos entre los 30 y 60 años de edad. También es frecuente en los bebés en una época de su desarrollo.

“Entre las características distintivas se encuentran: descamación del cuero cabelludo (caspa), además de enrojecimiento y picazón. En rostro encontramos áreas enrojecidas y con descamación ubicadas en la región entre las cejas, alrededor de la nariz y adentro y atrás de las orejas. En el tronco puede afectar la parte alta y central del dorso y pecho”, dijo el médico.

Agregó que “no existe una cura definitiva. El tratamiento está enfocado en prevenir la aparición de brotes, y manejarlos en caso de que estos ocurran. Se deben evitar los factores desencadenantes ya enunciados, en caso de existir un brote se trata con champús y cremas antimicóticas, así como también a veces se emplean antiinflamatorios e inmunomuduladores tópicos”.

“Se recomienda lavado frecuente diario con shampoo anticaspa (sulfuro de selenio o pitirionato de zinc); evitar el excesivo consumo de alcohol; dormir entre 6-8 horas diarias, evitar trasnochar, practicar deporte y técnicas de relajación”, añadió el facultativo.