A través de una declaración pública, el Arzobispado de Santiago pidió orar por “todas las personas que eventualmente se hayan visto ofendidas” por la acción del sacerdote Rodrigo Allendes, quien fue encontrado muerto el sábado en dependencias de la parroquia Santa Clara, donde servía pastoralmente desde marzo de 2009.

El Arzobispado expresó a la familia de Allendes, a sus padres y hermanos y a la comunidad parroquial sus profundas condolencias por su muerte “que nos tiene consternados y entristecidos”.

Al mismo tiempo, agregó que este “viernes 29 de julio, a las 17:30 horas, se acercó ante el Vicario de la Zona Sur de la Arquidiócesis el padre de un joven mayor de edad, quien informó que su hijo había presentado ante la autoridad civil una denuncia contra el sacerdote por un presunto abuso de carácter sexual. El Vicario le señaló que debía presentar de inmediato la denuncia ante el Canciller del Arzobispado de Santiago”.

Ante esto, la Iglesia de Santiago reiteró su “dolor por este hecho e invitó a toda la comunidad a orar por el descanso eterno de Allendes y también por todas las personas que eventualmente se hayan visto ofendidas por su acción”.

El velatorio se realizará en el templo parroquial de Santa Clara.