Una familia aymara fue desterrada a golpes y latigazos de un poblado indígena en Bolivia, como sanción de la justicia comunitaria, tras ser declarados culpables por varios delitos, como robo, apropiación de tierras y tentativa de homicidio, informaron medios locales.

Un padre y sus tres hijos fueron sometidos el lunes a un juicio sumario en el poblado aymara de Llanga Belén, a 120 km al sur de La Paz, tras la sentencia aprobada por miembros de la comunidad en un cabildo popular.

“Según los procedimientos de la comunidad de acuerdo con la costumbre, derecho propio, derecho consuetudinario, se sanciona con la máxima pena (destierro) a la familia Anastasio Marca Mancilla y sus hijos: Ramiro, Orlando y Bernardo”, dice la resolución publicada por el diario La Razón.

Por esos mismos delitos, la justicia ordinaria boliviana aplica sanciones de 1 a 10 años de cárcel.

Los procesos de justicia comunitaria son confusos en Bolivia, pues varios casos terminaron en el linchamiento, como los que sufrieron hace tres semanas cuatro policías en un poblado al sur del país, acusados de ser ladrones, mientras que la Constitución boliviana no reconoce la pena de muerte.